jueves, 26 de julio de 2012

ESTOS CELOS QUE ME MATAN


Los celos son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Comúnmente se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. También se conoce así, al sentimiento de envidia hacia el éxito o posesión de otra persona.

LA PSICOPATOLOGIA DE LOS CELOS

La Psicología actual explica que los celos son la respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa. Los celos parecen estar presentes en todas las personas, indistintamente de su condición socio-económica o forma de crianza y manifestarse en personalidades que aparentemente parecían seguras de sí mismas. Una característica que parece destacarse en las personas celosas es tener rasgos de egoísmo. Los celos también tienen relación con la vergüenza que es una respuesta natural del organismo. Muchas de ellas, una vez que los padecen, se sorprenden de si mismas ya que ni siquiera sospechaban que los padecieran. Los celos pueden ser sanos cuando lo que se demanda es algo que se debe hacer sobre una base de equidad en la pareja; sin embargo acudir a este tipo de conducta refleja carencias personales muy profundas.

El celo carnal se expresa cuando se hacen demandas inapropiadas y cuando ejercen sentimientos enfermizos porque las demandas no son satisfechas. Este sentimiento refleja una cierta inseguridad emocional por perder dominio o sentir menoscabo en una relación interpersonal. Los celos se manifiestan ante la aparición de una situación o persona que el yo-interno clasifica como mucho más dominante y competitiva. Los celos provocan que el sujeto que los padece, se sienta vulnerado y ejerza un sobredominio de la persona objeto del celo, atrapándola en una red de cirscuntancias opresivas tales como privarla de la libertad, aislarla, seguirla al trabajo, revisar sus relaciones externas, buscar una evidencia de traición etc.

Además de las circunstancias causadas por el libre albedrío que todo el mundo tiene, es la cuestión principal de los celos de origen psicológico. Los estudios de Egene W. Mathes, de la Western Illinois University, quien realizó experimentos de campo para comprobar las hipótesis de Greg White respecto a los celos, la persona "celosa" (A) siente celos en su relación con la persona "celada" (B) al aparecer el "intruso" (C) - que puede ser otra persona o circunstancia - debido a dos razones fundamentales:
  1. la pérdida de la relación representaría la pérdida de las recompensas y beneficios que dicha relación reportaba: la persona celosa ya no podrá compartir momentos de buena calidad o gratos con la persona celada: ya no conversarán, jugarán, o dormirán juntas, por ejemplo.
  2. la pérdida merma la seguridad en sí mismo o autoestima: para la persona celosa (A), la persona celada (B) habría de elegir entre ella (A) y el "intruso" (C) y habría optado por el último (C), lo que sugeriría que (C) es más importante o mejor que (A).
Este "intruso" (C) puede ser otra persona (por ejemplo el nacimiento de un nuevo hermano en el contexto familiar), o alguna situación externa (por ejemplo cuando la esposa ingresa a trabajar por primera vez y dedica menos tiempo al hogar, o surge una buena amistad a (B).
Esta situación entre (A) y (B) puede ser creada también por el entorno de trabajo, amistades o familia, aunque no tengan un interés directo en la relación entre ambos (envidia).
Frecuentemente cuando hablamos de personas celosas nos encontramos un perfil definido por la pasión, la ansiedad, el neuroticismo e incluso algo de sadomasoquismo. Estas personas tienen un profundo sentimiento de abandono, que la otra persona se ha reído de ellos y sus sentimientos, que los han utilizado …todo esto les puede llevar del amor al odio en cuestión de segundos y el objeto de su amor pasa a ser el objeto de su actual odio. Cuando se llega a esta situación es cuando se pueden producir las agresiones físicas y psicológicas.

Los celos mal llevados al extremo constituyen una patología fuertemente autodestructiva; el sujeto que padece esta enfermedad "vive" en un estado de infelicidad, en función de sus miedos y sospechas de engaño, muchas veces completamente infundados y prácticamente no acepta otra condición de verdad que no sean las evidencias que confirman su inseguridad en la relación. Los celos patológicos pueden manifestarse indistintamente en hombres o mujeres.

Los celos causan mucha angustia e infelicidad y aún provocar el daño al ser objeto del celo, incluso hasta provocar una respuesta física de agresión desmedida terminando, en la reclusión (secuestro), en el asesinato o agresión física.

 Este nivel de celo es muy difícil de curar y las personas que lo padecen tienen grandes posibilidades de llegar a situaciones extremas si no se someten a un especialista. Existen países como España que han tomado medidas en el asunto debido a la gran cantidad de casos de violencia doméstica causada por los celos. La cura está basada en la recuperación de la confianza en la relación de pareja y de la seguridad de si mismo reconociendo el espacio vital que toda pareja debe tener y que no debe ser invadido por el otro.
La prevención está relacionada con el aprendizaje durante la infancia de los valores de la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de los derechos del otro. Además también pueden prevenirlos una buena comunicación en la pareja. Una vez desarrollados los celos, la terapia psicológica puede ser muy útil si es que no hay una patología subyacente, como el alcoholismo. Si hay una patología subyacente, la terapia psicológica debe abordarla. En los casos de delirio, el enfoque es farmacológico.

¿CELOS SIN PAREJA?

En algunos casos se puede sentir celos sin estar en pareja; puede ser de un compañero/a de trabajo o escuela de quien se tenga cierta atracción. Es uno de los problemas sentimentales más comunes entre la adolescencia y la juventud. Pero durante la preadolescencia se da un fuerte paso, es decir, se ponen en práctica los descubrimientos anteriores, aparecen las fantasías sexuales, los genitales se definen, etc; pasan a menudo períodos en que desean compañía y otros en los que prefieren la soledad y el aislamiento. Se es muy frágil en su relación con los demás, porque internamente no se siente seguro de casi nada. Su autoestima puede ser fácilmente herida, y necesita sentirse aceptado por sus seres queridos. El miedo al rechazo o a la exclusión, y la búsqueda de aceptación por todos los medios son dos aspectos esenciales de este período, durante el cual se van a determinar muchas de sus conductas, que puede llegar a transgredir las normas impuestas por la familia. El modelo grupal sustituirá a los valores representados por los padres, a los que se enfrentará para poder seguir formando parte de su grupo de amigos. Las relaciones amorosas ocupan buena parte de su tiempo y espacios mentales, ya que ser escogido y amado le produce una enorme gratificación personal y eleva su autoestima. Cuando vive situaciones de celos, exclusión y abandono, experimenta un enorme sufrimiento, aunque más adelante su capacidad de reacomodación emocional le permita volver a la carga y buscar otros acompañantes.

CELOS CON PAREJA

Los celos en la pareja abarcan un amplio espectro de la vida, podemos tener celos de nuestro hermano, de un amigo o amiga, de un compañero, de nuestra pareja...de todo lo que nos podamos imaginar. Por supuesto que los celos en sí mismos no tienen por que suponer un problema, lo que realmente si es perjudicial es cuando se pasa de la normalidad a la patología.

Aunque en esta sección nos centraremos en los celos de pareja.


El eje que mueve le motor de los celos suele ser el sentimiento de posesión que se tiene por una persona, en este caso la pareja. Pero ese motor tiene una serie de engranajes como puede ser nuestro
temor incontrolado por perder al ser amado. Nuestra baja autoestima que nos hace pensar que no valemos lo suficiente y que en cualquier momento puede aparecer una tercera persona con mejores cualidades que nosotros y nos arrebate nuestra pareja.

Entonces, puede que revivamos aquel momento donde nuestra antigua media naranja nos traicionaba con otra persona y asalta a nuestra cabeza la pregunta de: "si me pasó una vez ¿porqué no me puede pasar otra?".


Pues llegados a este punto, es momento de pararnos y pensar, evaluar de la forma más subjetiva posible lo que está pasando.


Los celos
en la pareja se dan por varias razones, y estas pueden ser; la baja autoestima, la falta de confianza en uno mismo, si hemos vivido escenas de celos entre nuestros padres, por traiciones vividas en el pasado y sobre todo se dan en personalidades histriónicas, paranoides y narcisistas. Con esta información podemos clarificar algo nuestro problema, sabremos si es por nuestra falta de seguridad en nosotros mismo o cualquiera de las otras posibilidades.

Ya hemos dado un gran paso para alcanzar nuestra tranquilidad y la de los que nos rodean.


Si nos acercamos a la psicología evolutiva esta nos dirá que los celos permiten la edificación de las relaciones monógamas con un grado de fidelidad, por lo tanto podemos decir que los celos funcionan como un
mecanismo de defensa de tipo emocional y se utiliza para garantizar de algún modo la permanencia de la pareja y resguardan la relación de actuales o posibles intromisiones por parte de terceros. El problema viene cuando este mecanismo de defensa se nos va de las manos y comenzamos a ver peligro donde no hay absolutamente nada amenazante. 

¿QUIERES APRENDER A CONTROLAR LOS CELOS? ¡TOMA NOTA DE LOS TIPS QUE SE TE PRESENTAN A CONTINUACION!
  1. Piensa que tu pareja te quiere tal y como eres. Para aceptar ese amor que te tiene debes amarte primero tú también, así la comparación con los demás disminuye y tendrás menos propensión a sentir celos. Acéptate más, trabaja la autoestima. Según los especialistas, el perfil psicológico de la persona que siente celos se relaciona muy frecuentemente con la baja autoestima y la inseguridad.
  2. Es importante que fomentes tu propia vida personal, con tus aficiones y proyectos. Cuando una persona se vuelve más autónoma y creativa la probabilidad de que los celos se produzcan es menor. Y aumenta la comprensión hacia las actividades que realiza el otro. Tu pareja es una persona, no tu propiedad, y el excesivo control necesita dejar espacio a la mutua confianza.
  3. Cuando te asalten dudas primero cálmate y luego habla sobre ellas. Identifica si existen razones justificadas para sentir celos, y si son ciertas comunícaselas a tu pareja con pruebas en un tono conciliador. Se trata de saber qué ocurre en realidad y de cotejarlo con tu percepción, que puede ser errónea. Comunica tus sentimientos especificándole claramente las conductas que te hacen sentir así.
  4. Aprovechen para fortalecer el diálogo continuo, la confianza y el contacto amoroso: serán herramientas muy útiles para superar el desencuentro y los celos.
  5. Acepta que estás sintiendo celos y recapacita sobre sus causas. ¿Son celos por comparación y miedo a ser reemplazado? Ármate de valor, confianza y comprensión para aceptar la realidad, pero haz un esfuerzo especial en ahuyentar los pensamientos irracionales. Instálate en el presente y si sufres un cuadro agudo de celos o te sientes incapaz de gestionarlo sin ayuda acude a la consulta psicológica.
  6. Pon atención a la frecuencia con que aparecen problemas de celos en tu relación sentimental. Si en una pareja los celos son permanentes, éstos tienden a desgastar y perturbar la relación afectiva, porque surge el reproche, el reclamo, la exigencia y la presión continua hacia el ser querido.
  7. Presta atención a las siguientes señales de alarma:
    • ¿Necesitas controlar todos los movimientos de tu pareja?
    • ¿Cada vez soportas peor a sus amistades?
    • ¿Le reprochas continuamente sobre su forma de vestir o comportarse?
    • ¿Crees saber más sobre las intenciones, pensamientos, etc… de tu pareja que ella misma?
    • ¿La necesidad de tenerle sólo para ti se ha acentuado en los últimos tiempos?
    Si respondiste afirmativamente a la mayoría de las preguntas seguramente estás siendo víctima de un ataque de celos.